¿Cómo ahorrar combustible? ⛽️ ✅

Con este nuevo post te damos una serie de consejos para que puedas ahorrar combustible. Una conducción eficiente y sobre todo una gran capacidad de anticipación son las claves a la hora de reducir los gastos diarios, así como contribuir a la hora de contaminar menos.
Comprobar la presión de los neumáticos: Lo primero y más importante, llevar las presiones correctas del vehículo. Por lo general la mayoría de los coches cuentan con una etiqueta del fabricante en el marco de la puerta del conductor donde puedes ver cual es la presión recomendada. Comprueba la medida de llanta y neumático de tu vehículo, puesto que suelen estar escritas las distintas posibilidades de rueda que pueden montar las diferentes versiones de ese mismo modelo. En caso de viajar con carga máxima, es importante subir presiones.
Llevar el mantenimiento al día del coche: Un correcto mantenimiento del vehículo también contribuye notablemente a la hora de lograr la máxima eficiencia. Por poner un ejemplo. Un filtro de aire en mal estado o muy sucio limita el caudal de entrada de aire al motor con lo que el consumo de carburante se dispara de forma completamente innecesaria. Lo mismo sucede con los filtros de gasolina y de gasoil, así como con los pertinentes cambios de aceite del motor.
Reducir el peso innecesario a bordo: El coche no es un trastero, para guardar objetos que no usamos ya están los citados trasteros. Unos kilos de más de carga contribuyen a la hora de aumentar el consumo del vehículo.
Repostar carburantes de máxima calidad: No por usar un carburante más barato ahorrarás más. Por lo general las gasolineras de tipo lowcost suelen recibir un carburante algo menos refinado por parte de las petroleras, principalmente la parte final de los grandes tanques donde se almacena, con lo que puede contener impurezas. Usar carburante de una primera marca puede incrementar de forma ostensible la autonomía del vehículo.
Acelerar poco y frenar poco: No solo consigues ahorrar acelerando menos, también frenando menos. Si te mantienes dentro de los límites de velocidad establecidos en la vía por la que circulas es muy sencillo llevar a cabo una conducción eficiente. Lo primordial es acelerar con decisión, pero siempre dentro del rango óptimo de par del motor. Frenar poco también es importante, puesto que significa que en todo momento estás dentro de un rango de uso del vehículo en el que no fuerzas en exceso las revoluciones y aprovechas al máximo la inercia. Si usas el pedal del acelerador y del freno como si fuesen botones de ON y OFF te será difícil ahorrar. Lo aconsejable es acariciarlos de forma progresiva ejerciendo la presión justa para lograr el régimen óptimo de par a la hora de acelerar y frenar lo justo para terminar deteniendo el vehículo cuando realmente hace falta.
Modo Inercia: En casos determinado como puede ser afrontar una pendiente descendente, ahí nos podemos acompañar del embrague para recurrir a la inercia del propio vehículo y así rebajar todavía más el consumo. En coches de última generación con caja de cambios automática se puede activar un modo inercia. En ocasiones con levantar el pie del acelerador basta, en otros modelos hay que dejar de acelerar y volver realizar una simple presión de un segundo, con ello vemos como en el cuadro dejamos de ver la marcha engranada por ejemplo “D7” y pasamos a leer “D”. Al mismo tiempo, ves como el cuenta-revoluciones baja hasta el ralentí. En algunos casos cuando entra en acción este modo inercia el vehículo llega a parar el motor de forma autónoma. Con ello el vehículo avanzando con todavía menos gasto. Esto último sucede con coches que equipan dirección eléctrica de modo que retenemos en todo momento control sobre la dirección.
Anticipar mucho: Fueron numerosos los consejos que compartió Plattner, pero uno de los más importantes fue el de la anticipación. Anticipar permite ahorrar mucho. Por poner un ejemplo, cuando ves en la distancia que te aproximas a una rotonda, o bien a un semáforo que ya está en rojo, en ese momento lo óptimo es dejar de acelerar. Y si quieres ahorrar todavía más, puedes recurrir a pisar el embrague siempre manteniendo la marcha engranada. De este modo aprovechas la inercia del vehículo y al mismo tiempo, con levantar el pie del embrague recuperas el freno motor siempre que lo creas necesario.
Ser suave con la dirección: Usar la dirección de forma brusca también repercute en el consumo. Lo ideal es mover el volante de forma suave y progresiva. Con ello también conseguiremos llevar a cabo una trazada lo más neutra posible. En este punto también influye también lo de acelerar poco y frenar poco. Como menos incidencia hagamos sobre el volante mejor aprovecharemos la inercia del vehículo y por ende menos frenaremos al entrar en el viraje y menos tendremos que acelerar en la salida del mismo.
En resumen, lograrás ahorrar si llevas a cabo una conducción lo más suave posible y sobre todo anticipando mucho. Como menos aceleres y menos frenes significará que aprovechas al máximo la inercia del coche y con ello gastarás menos combustible.